En una época bastante sexista, donde casi nadie tomaba en serio a una mujer bella en cuestiones intelectuales, Hedy Lamarr, una de las más hermosas divas de Hollywood, pero también una brillante ingeniera, fue la artífice y quien patentó un mecanismo que garantizaba el control remoto de las armas militares y que hoy constituye la base del GPS en los teléfonos celulares, el Bluetooth o el Wifi. Hedwing Eva Maria Kiesler, una niña muy guapa y superdotada, que nació en Austria en 1913, se convirtió en la mujer más bella del Hollywood de los años cuarenta y a la vez en una de las inventoras de mayor reconocimiento mundial. Escandalizó la sociedad de la época escenificando un orgasmo en la pantalla grande y protagonizando el primer desnudo del cine comercial, en la película Ektase (1933), cuando ni siquiera había llegado a la mayoría de edad. Además fue la actriz principal de la clásica producción cinematográfica "Sansón y Dalila" en 1949. Fue actriz en el día pero ingeniera de noche, había adelantado estudios de ingeniería de comunicaciones. Odiaba las fiestas y no bebía. Cultivó una vida sosegada entregada a la ciencia, inventar fue su mayor pasión.
Los amores de Lamarr
En su vida privada Hedy Lamarr también fue protagonista de dramáticas historias de amor, tuvo un total de seis maridos y los mismos divorcios. También incontables seducciones de hombres poderosos.
La relación con Fritz fue muy turbulenta. Cuenta su biografía que para poder huir de su secuestro, tuvo que seducir y acostarse con la criada que la vigilaba, quien le ayudó a escapar del palacio mientras su marido estaba de viaje. Hedwig llegó a París donde logró su primero de muchos divorcios. De ahí viajó a Londres donde trabajó como artista y conoció al productor de películas estadounidense Louis B. Mayer, con quien se trasladó a Estados Unidos. Fue allí donde cambió su nombre a Hedy Lamarr, en memoria de Bárbara La Marr, actriz del cine mudo, muerta en 1926 por una sobredosis de drogas.
Hedy Lamarr tuvo tres hijos y numerosos amantes masculinos y femeninos. Tenía un alma ‘hipersexuada’, según su propia confesión, sin ningún complejo frente al placer. Aunque lo odió hasta la muerte, siempre recordó que Hitler fue casi el único que le besó con delicadeza la punta de los dedos. Tenía a sus pies a todos los millonarios del mundo, pero no podía evitar robar un cepillo de dientes en unos grandes almacenes, la cleptomanía la llevó varias veces a la cárcel.
Reconocimientos tardíos
El hecho de que sus patentes fueran concedidas con el nombre de casada y no por el nombre artístico impidió que la actriz fuera reconocida como ingeniera hasta hace poco.
Hedy murió a los 85 años en Florida, el 19 de enero de 2000. Su hijo trasladó sus cenizas a Viena de acuerdo con los deseos de la actriz. Foto tomada de http://www.entreelcaosyelorden.com/2012/11/la-fascinante-vida-hedy-lamarr-la.html
|